Dichosos los que han muerto por la
tierra carnal,
con tal que ello haya sido en una justa guerra.
Dichosos los que han muerto por su trozo de tierra,
dichosos los que han muerto de una muerte triunfal.
Dichoso los que han muerto en batallas campales,
tendidos en la tierra, de cara contra el cielo.
Dichosos los que han muerto en un excelso anhelo
entre toda la pompa de grandes funerales.
Dichosos los que han muerto por ciudades carnales,
pues ellas son el cuerpo de la ciudad de Dios.
Dichosos los que han muerto por su hogar
con tal que ello haya sido en una justa guerra.
Dichosos los que han muerto por su trozo de tierra,
dichosos los que han muerto de una muerte triunfal.
Dichoso los que han muerto en batallas campales,
tendidos en la tierra, de cara contra el cielo.
Dichosos los que han muerto en un excelso anhelo
entre toda la pompa de grandes funerales.
Dichosos los que han muerto por ciudades carnales,
pues ellas son el cuerpo de la ciudad de Dios.
Dichosos los que han muerto por su hogar
y por los pobres honores de las
causas paternales,
pues ellas son la imagen y son el primer lazo,
y ensayo y cuerpo de la divina mansión.
Dichosos los que han muerto en ese estrecho abrazo,
ese abrazo de honor y humana confesión,
pues esta confesión de honor es la inicial
y el ensayo primero de eterna confesión.
Dichosos los que han muerto en esta destrucción,
cumpliendo de ese modo su voto terrenal,
pues este voto de la tierra es la inicial
y el ensayo primero de una fidelidad.
Dichosos los que han muerto en forma tan triunfal y
pues ellas son la imagen y son el primer lazo,
y ensayo y cuerpo de la divina mansión.
Dichosos los que han muerto en ese estrecho abrazo,
ese abrazo de honor y humana confesión,
pues esta confesión de honor es la inicial
y el ensayo primero de eterna confesión.
Dichosos los que han muerto en esta destrucción,
cumpliendo de ese modo su voto terrenal,
pues este voto de la tierra es la inicial
y el ensayo primero de una fidelidad.
Dichosos los que han muerto en forma tan triunfal y
con anta obediencia y con tanta humildad.
Dichosos los que han muerto, pues fueron reintegrados
a la primera arcilla y a la primera tierra.
Dichosos los que han muerto en una justa guerra,
dichosas las espigas y los trigos segados.
Dichosos los que han muerto, pues fueron reintegrados
a la primera arcilla y a la primera tierra.
Dichosos los que han muerto en una justa guerra,
dichosas las espigas y los trigos segados.
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